miércoles, 6 de junio de 2012

Proyecciones

Hoy he tenido el sueño más largo y mas extraño en lo que parecen años, me he despertado hace poco y lo primero que he dicho ha sido: ¿Qué coño ha sido eso?.
Tengo la necesidad de escribir este, por su longitud y su contenido.

Todo empieza en un lugar conocido, mi barrio, que estaba ligeramente cambiado, habían puesto como una cabina de autobús para pasar del portal a mi casa, como llevaba prisa pase por este portal un tanto extraño y bastante claustrofóbico, y cuando me quiero dar cuenta esta especie de cabina se pone en marcha. Sin yo saberlo me había colado en un autobus algo futurista, muy pequeño para la cantidad de gente que había y demasiado caro, parecía que nos llevaban como mercancía. No solo yo me había colado sino que en él se encontraban personas con cara de miedo, como si fuera un crimen penado con cárcel el colarse.

Termina el trayecto y salgo a un sitio que ni conozco. Me planteo la idea de volver a colarme para regresar a mi casa, ya que como dije antes no sabía que eso era un autobús, sino una recreación de él para opnerlo como adorno en el portal de mi casa, pero lo pienso mejor y decido volver andando, ya que no llevaba un duro encima y no podía permitirme pagar una multa. Me doy la vuelta y encuentro a unos amigos del pasado, que volvían a estar derrepente enfrente de mis ojos, me encontraba con una chica que se juntaba con nosotros en los recreos de media hora del instituto, Mónica se llamaba, nunca supe si en realidad la pagaban por aguantarme porque la puteaba mucho mentalmente, pero dede el cariño, nos damos un par de besos, nos despedimos, y al tiempo que me alejo oigo que me saluda alguien que no me caía demasiado bien, pero tenía que aguantarle y respetarle, como respeto a cualquier persona, era un poco bastante facha y tenía una voz asquerosa al oído, sin darle mayor importancía seguí mi camino y eché a correr (siempre corro en los sueños, no se porqué)
Notaba que a mis piernas les faltaban las fuerzas y que correr se convertía en una tarea ardúa, no  quedaba energía que mi corazón bombeara.
Veo una montaña de estiércol, inodora, delante de mí, había que subirla por la ladera, poco a poco, pues bien cuando estaba arriba me resbalo y me caigo, haciendoseme imposible escalarla. No se realmente si era barro o estiercol, pero a medida que intentaba subir esa montaña imposible el barro se me metia en la boca y en las zapatillas. Viendo que al llegar arriba el camino no llevaba a ninguna parte cejé en mi empeño y empecé a correr hacia abajo, por donde había venido, pero por un camino que antes no estaba, una cuesta muy muy larga, peligrosa y pronunciada, a sus laterales no había otra cosa que precipicio, incluso parecía que esta cuesta pertenecía a un pueblo volador, suspendido en el aire, donde una caída sería fatal.
Cuando me encontraba en el tramo final empecé a escupir el barro que había tragado antes, que me había puesto ese gesto de asco.

Y ahora es cuando empieza lo extraño, lo raro de verdad.
Estaba andando , ahora mas ubicado que antes, sabiendo donde estaba cuando paso por delante de una persona con estética punk al que ni conocía, me adelanta y me dice -¿No te acuerdas de mí Tomás?- Mintiéndole le digo que si, y que me perdonara por no haberle saludado, le pregunto que tal estaba, que que se contaba. (No recuerdo bien lo que sigue, pero supongo que no tendría importancia, asi que voy a lo que realmente interesa)

De repente estoy en una casa, con mi familia, con el punk y con Rubalcaba. Como yo tenía mas labia que el punk, este me dice que debatiera con Rubalcaba acerca del movimiento 15M, al que ahora estan esperando la minima para tacharlo de terrorista. Tenía en la cabeza la siguiente pregunta, que era que como es posible que un movimiento que quiere sentarse a hablar y debatir tranquilamente sobre los problemas y el rumbo que esta tomando el país, se criminalizaba tanto, en que clase de democracía vivíamos entonces (Ya, cosas al azar, sin nada que ver aparentemente).
Pues bien, sin saber realmente quienes eran los dueños de esa casa, nos hizo alguien una ruta turística, era una casa inmensa pero con la ironía de que en el interior parecia una casa hecha para gente que midiera solo un mtro de alto, por lo que yo tenía que ir mas agachado que tieso. Estabamos todos y un grupo considerable de chicas frente a una habitación que era una recreación de una casa de muñecas, casi tenías que ir a gatas. Allí se quedaron algunas de ellas mientras el resto se quedaban allí disfrutando de la habitación. Cuando quiero reengancharme al grupo como si de una visita a un museo se tratase, me doy cuenta de que ya no hay nadie y han ido sin mí.

Empiezo a deambular por toda la laberintica casa y adquiero la noción de que ya no estoy en madrid, sino en una comunidad desconocida, donde aparentemente a juzgar de ese hogar, todo el mundo era muy bajito. Llego a otra habitación, con una cuna enorme, llena de gatos pequeños, muy raros, tenían en su cuerpo colores vivos, artificiales que cambiaban, desaparecían o reaparecían según el impacto de la luz, el ángulo en el que esa luz incidia en su pelaje. Dicha luz procedía de una televisión de plasma que los gatos tenían dentro de su cuna. Tenían una habitación para ellos solos, y eran gatos muy exóticos y aparentemente caros, la belleza de estos animales me fascinaba, pero retomé el camino de encontrar a la gente en esa mansión, ya daba por hecho que la habitaban gente con mucho poder. Volví sin darme cuenta a esa casa de muñecas donde podías meterte, y estaba destruída, solo había un par de chicas, que parecían sacadas de una pesadilla, pero no me asustó demasiado.
Había una zona de la casa que me parecía tabú, decido entrar y ahí está mi familia, menos mi padre y mi hermano. Estaban mis tios mas cercanos y mi abuela. Una mujer muy bien vestida y un hombre igual de elegante, supuse que estabamos en casa de unos amigos de mis tios, unos amigos con mucho dinero. Los miro a todos y me echo un vistazo a mi mismo, iba en calcetines y con la camiseta mas desgastada que tengo. Y unos pantalones de chándal. Mi abuela estaba mala por lo que decidió tumbarse cediendole yo mi parte del sofá, en el que me había sentado y, joder, era la hostia de cómodo. No hablé con nadie al principio, hasta que me senté al lado del cabeza de familia, con un peinado rizado pero ridiculamente peinado, me sonrié mientras me da una palmada en el muslo y le digo- Hola, ¿cómo te llamas tú?- Me dió un nombre la mar de raro y ante mi cara de extrañeza me dice que tenía el sindrome, acto seguido se quita lo que hasta entonces no sabía que era su peluca, y el hombre que antes parecía muy poderoso, ahora parecía débil, con un pelo gris hacia atrás y mas bien escaso ya. Miré a su mujer y esta me miraba con apatía, como si le incomodara. Algo extraño pasaba con esa gente.
Al lado mio una anciana pasó a una habitación para salir con 60 años menos, me la presentaron como la hija de la familia, y parecía que yo le gustaba a juzgar por su comportamiento que presentaba conmigo. Llegó la hora de irnos a dar una vuelta por esa ciudad, querían enseñárnosla.
Una ciudad de ricos, donde el pobre no tenía cabida, y yo iba con esa ropa...

La hija, mi prima y yo entramos en una tienda, mi prima me advierte de que la niña rica encima es cleptómana, había cosas muy extrañas en esa tienda, y cuando la niña rica robó todo el oro que quiso mi prima dijo de ponerse en marcha, había una boda a la que estabamos invitados, posiblemente de algún familiar de esos amigos de mis tios. Les digo que vayan adelantándose, que yo luego les alcanzo, y me quedó mirando un mostrador enegrecido por el polvo donde apenas se veían unas figuritas coleccionables que a mi me embobaban.
Salgó, sin saber donde se han metido mis familiares, empiezo a correr (No describiré la ciudad durante mi búsqueda, porque le texto me esta quedando demasiado largo)
Llego a una colina donde veo a más amigos mios, parecían todos cambiados, lo extraño estaba en que este grupo de amigos y el anterior son gente con la que he perdido casi el contacto, uno de ellos, Julio se llama, me indica por donde se habían ido, habían tomado el camino del casco antigüo.
Llegué a la iglesia, llena de gente hasta los topes, dentro y en sus alrededores, y decidó preguntar a un grupo de pijos que resultaron ser todos homosexuales, es un poco paradójico. (No tengo nada en contra de este colectivo, aclaro)Les pregunto donde es el banquete. Uno de ellos me dice- Hablaré contigo, pero mirandote directamente a la mente- bajó su mirada hasta mi pecho, donde yo consideraba que se encontraba mi alma. Empiezan todos a decir cosas sin sentido y empiezan a insinuarseme, les digo que les respeto, pero que tengo novia (Verdad) y despues de media hora mareando la perdiz y quitar sus manos traviesas de mi cara, se van sin decirme nada, supongo que por mi forma de vestir quisieron hacer humor sobre mi, dejándome perdido, jurando venganza voy a preguntarle a un fotográfo de la boda que donde esta mi familia, que seguramente estarían ya en el banquete. Me dió un panfleto con la dirección del sitio.

Por fin les encuentro, alli estaba mi abuela y mi prima, mis tios no vuelven a aparecer posteriormente en el sueño, pero si mi padre y mi hermano después. Estaban sentados en el exterior del sitio del banquete, con cara triste.
Nos dicen que el banquete no esta listo, pero que mientras entremos a tomar algo a una especie de vagón de tren, muy lujoso, que se movía y donde te servían lo que pidieras, fuera empeiza a llover.
Lo más significativo de esta parte del sueño es que había una señora acompañada de su madre al lado. Dicha señora estaba hablando por el móvil, ella decía -¡Hijo! - y del móvil salía un angustioso ¡¡MAMÁ!!-
Asi durante diez minutos, sin parar, uan y otra vez, cómo si el niño estuviese atrapado en algún sitio.
Derrepente la señora resultó ser un señor, y el movil un cubo, se transformó, él era mago, del cubo empezó a sacar dinero, por arte de magía claro, y ante mi asombro empezó a hacer aún más trucos de magía y todos empiezan a congregarse alrededor. Se para el tren y se abre la puerta, es hora del banquete.
Era una sala como nunca antes había visto, lujosa y llena de comida, los sofas eran de terciopelo. No me gustaba aquello, me sentía fuera de lugar, mi padre estaba de un lado para otro con cara de malas pulgas, yo tenía un apetito voraz y oigo a mi hermano que se va a comer y le digo a mi padre que le dijera a mi hermano que a donde iba. Este le transmite el mensaje con un gesto muy serio y el se dice que se va a vivir fuera, con su novia, a hacer su vida, no le vuelvo a ver más.
Resultó que me quede solo en ese sitio, rodeado de gente extraña. Llegó la hora del baile asi que decidí irme, harto y aburrido de esa gente adinerada, y me puse en marcha.
La sala parecía estar extrañamente mezclada con el exterior, un camino lleno de arboles llevaba afuera.
En la calle empecé a ver cosas extrañas, la primera, un niño con dos cabezas, estas estaban colocadas a 180º sobre el cuerpo, eran rostros asíaticos, con la tristeza que la enfermedad esculpe en la cara, decido sonreirles, y ellos me devuelven la sonrisa, no siendo asi con sus padres.
Llego a un cerro, seco bajo un sol calcinador. A un niño se le cae un oso de peluche embarronado y sucio y se lo cojo, cuando se lo voy a dar el hermano mayor me da las gracias, ambos tenían sindrome de down, y cuando van a coger el peluche se les cae de las manos y acto seguido por una cuesta a la que me dirijó sin pensar. El oso rodando fue a parar donde un cazador estaba haciendo prácticas de tiro, era muy simpático pero algo alterado, con bigote, le digo que si puede parar un momento que quería pasar a buscar un objeto, me ayudo a buscarlo. No lo encontramos y me doy cuenta de que ahora estoy sin calcetines, pisando un sueño lleno de matojos y repleto de unos bichos venenosos, avispas tarántula halcón (Pese al nombrecito, si, existen, aunque parezca que no).
Empezamos a hablar hasta que se hace la noche y sale el tema de conversación de los estudios, dice que el no valía, a lo que le respondo que todo el mundo vale para eso, y que no es tarde para retomarlo. Cagandose en todo pero sonriendo dice -¡Me cago en la puta! me lo podía haber sacado y me engañaron, me echaron de ese instituto de gente rica cuando solo em quedaba un tercio por aprobar...

Ahí se acaba el sueño, me despierto y noto que había sudado bastante, algo que es inusual en mi, me pregunto en que parte del sueño me habré puesto a sudar tanto.

En "resumen" este ha sido el sueño, me he ahorrado muchisimos detalles obviamenet, porque sino no acabaría de contarlo :P
Si quieres que te aclare algo, o que te de más detalles sobre alguna escena, dimelo en los comentarios y te responderé.

martes, 13 de diciembre de 2011

Ruinas, procesiones de muertos y ancianos de madera.

Después de sufrir otra vez  la parálisis del sueño, trastorno que sufro cuando tengo bastante estrés encima, me de levantado he dado una vuelta y me he vuelto a dormir a eso de las siete de la mañana.

Subía con otra persona una colina y llegábamos a un bosque en el que parecía reinar una extraña fuerza mágica, a cada lado que mirábamos había ruinas de una ciudad desaparecida, la que más me llamó la atención era un huerto con 3 estatuas, 3 cabezas en lo alto de troncos de madera puestos de manera vertical, una era de un mono, la otra de un topo y la última de un gato. Dentro de ese huerto había alguien cuidándolas.


Al subir arriba del todo una pantalla invisible nos impedía continuar, nos paramos y topamos con un árbol extraño. Dicho árbol estaba fusionado con un anciano, de apariencia huesuda y polvorienta, una voz en off nos decía que era uno de los seres más viejos de ese bosque, que odiaba a todos y se odiaba por no ser inmortal, pero como casi siempre, las apariencias engañas, y este anciamo de madera y hueso abrió los ojos y con un carácter más que amable empezó a hablarnos, diciendo que ya no le hacía falta trabajar, ni bajar a la civilización. Al parecer este anciano estaba ciego, cosa en la que reparé y le pregunte acerca de ello, el me dijo que todo el que no sabia mirar con su espíritu estaba ciego, que los ojos solo servían para imprimir engañosas huellas del mundo en nuestra cabeza. Después de una larga conversación con esta especie de guía espiritual, mi compañero y yo empezamos a ver que empezaban a ascender por la colina multitud  de muertos vivientes, pero no muertos vivientes como los que se ven en las películas, los de mi sueño tenían una apariencia de ultratumba, la podredumbre se había secado en ellos, tenían cara, pero la carne blanquecina y escasa que colgaba en ellos era casi igual que los huesos de los que estaban formados, estaban llenos de polvo, el último integrante de esta procesión de muertos llevaba en sus brazos lo que parecía un bebe inmóvil. Seguimos hablando con este anciano y de repente nos dió la impresión de que se murió al instante porque palideció y se quedo paralizado. Yo sabía que esto no era así pues sentía que ya conocía ese viejo truco. Él sabía que yo lo sabía, se despertó, rió y se levanto para irse a mear.


Yo y mi amigo nos despedimos de él prometiéndole una pronta visita, descendimos a la ciudad cubierta de contaminación, y el sueño acabo al minuto de empezar  a sonar una canción que provenía de quién sabe donde.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Rascacielos, ascensores en el aire y plataformas voladoras.

Empieza el sueño. Sobrevuelo la ciudad pero empiezo a caer como una pluma hacia el suelo que parece magnético, me poso en el y veo la ciudad extendiéndose delante de mí, veo muchos rascacielos, solo rascacielos en la jungla de cemento, no se acababan, el horizonte los emborronaba con el humo de la ciudad.

Miro hacía arriba y mi vista se posa sobre un edificio especial, era como si destacara en la monotonía del día a día, y como me sentía ganador pensé en escalarlo a pelo, sin más ayuda que mi propia agilidad y destreza. El edificio era de cristal, con numerosos salientes irregulares que hacían parecer el ascenso caótico.
Llego al tejado, me siento a descansar y miro de nuevo hacia arriba, la subida hacia la cumbre no se acababa pues el rascacielos parecía estar en construcción, sin acabar, tenia el aspecto que tiene un piso en una obra, lo curioso es que las vigas que sostenían ese gigante eran casi tan finas como un dedo, y eran también de cristal. Por suerte ahora tenía delante mio un ascensor que por arte de magia se suspendía en el aire, funcionaba sin un sistema de poleas ni nada parecido, simplemente flotaba. Sin pensarlo entré y comenzó a subir hacia arriba, en un lapso de tiempo que sentí eterno, la velocidad que llevaba el artilugio duplicaba la fuerza de la gravedad.

Por fin se detuvo la extraña caja mágica y cuando se abrió la puerta pude descubrir que no me había llevado hasta arriba, sino a otro lugar lejano, una pradera rodeada de paredes blancas, como un patio de recreo, allí vi a una mujer con un extraño juguete, una plataforma que tenia atada varios globos de helio, ella me enseñó a pilotar tan extraño aparato. empecé a ascender, viajando sin rumbo.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Franciscanos, pokemons y pueblerinos alemanes.

No recuerdo que cené aquella noche, pero fuera lo que fuera hizo una extraña reacción cuando cerré los párpados.

Estaba en mi casa, viendo la televisión, en un cuarto casi vacío y claustrofóbico, oscuro, delante de mí solo había una lámpara larga que se retorcía y la televisión era de lo más antigüa, casi resultaba imposible creer que se viera en color. Estaban retransmitiendo el telediario, informaba sobre un accidente de un avión lleno de voluntarios camino de un país subdesarrollado, pensé en la ironía de la situación. Por suerte había sobrevivido una persona, era mi hermano.
Luego llegó el que sentía que era mi padre, ya que su silueta junto con la de mi hermano estaban demasiado difuminadas en aquel sueño. Mi padre había planeado un viaje para los tres, a Alemania. Hasta aquí todo parecía ser normal.
Rápidamente me vi transportado a una gran selva, estábamos de camino a Alemania, creo que, con la reciente noticia del avión estrellado, optamos por ir andando.
Y llegamos por fin a unas tierras campestres, una explanada kilométrica de césped y vegetación corta. De hecho notaba la humedad del ambiente en mi cuerpo cuando el frío me calaba los huesos.
En medio de esa semi-nada tan verde, ese sitio en ninguna parte, se alzaba imponente mi instituto, un edificio 5 veces más alto en el mundo onírico que en el real, al mirar su tejado desde abajo parecía que se te iba a caer encima ya que se inclinaba hacia tí, si te acercabas alterabas la percepción y parecía que no quería ser tocado, como si tuviera vida propia.
Un grupo de pueblerinos alemanes, aparentemente amigos todos de mi padre nos animaron a unirnos a ellos, al principio yo discutí acaloradamente con uno, solo recuerdo que articulábamos sin pensar y de forma enérgica muchos bla bla blas seguidos. Pero luego nos hicimos muy amigos. Nos colamos en un parque gigante infantil cubierto, una claraboya le proporcionaba al ambiente un toque un poco lúgubre y lleno de ácaros.
Como si de un parque de atracciones recién abierto se tratase, eramos muchos los que esperábamos en la cola para entrar, pero nosotros no teníamos la preferencia, sino unos monjes franciscanos. Yo me pregunté por qué y fuí a su despacho que curiosamente estaba a dos pasos tras una puerta a preguntarles la razón de tal desigüaldad, se rieron de mí y sometieron a mi padre a un examen de arquitectura. Me perdí como quien no quiere la cosa por laberínticos pasillos de madera que nunca acababan. Todo estaba iluminado por luz de fuego dentro de lámparas de cristal y de repente me cruce con un franciscano sonriente que llevaba de mascota un Snorlax igual de sonriente, dicho franciscano propinaba constantes golpes sobre la colosálmente obesa criatura. En un alarde de altruismo le dije a la montaña de grasa que se bamboleaba con cada golpe que se rebelará, que no tenía porque aguantar tal tortura. La bestia me hizo caso y empezó a hundir sus garras en la piel del anciano que ahora se hacía una bola en el suelo, Snorlax le remató a patadas, se hizo amigo mio y el sueño se fue diluyendo con el color negro hasta que desperté.

Introducción

Siempre he querido plasmar en algún sitio los sueños sin desperdicio que se acumulan en mi cabeza después de las noches largas.
Aquí no esperéis encontrar sentido alguno ya que me limitare a escribir lo que voy soñando, cosas sin desperdicio que algún significado tendrán. Espero que lo disfrutéis